Los investigadores del Imperial College sostienen que este avance no es caro y que podría repercutir en la calidad de vida de muchas personas. Para poder desarrollar el sistema se valieron de dos cámaras que siguen los ojos del usuario.
La información recopilada es enviada a un ordenador que puede descifrar hacia dónde desea dirigirse la persona y a cuanta distancia del mismo se encuentra, esta operación solo requiere 10 milisegundos. “Nuestros ojos no son solo la ventana de nuestra alma, también son la ventana de nuestras intenciones. Así que si quieres ir a algún lugar, miras en esa dirección, miras de una manera concreta. Nosotros hemos desarrollado un sistema informático que puede descodificar el movimiento de los ojos. Observamos sus movimientos y el ordenador los interpreta con el objetivo de desplazar la silla hacia ese lugar”, explica el responsable del proyecto, Aldo Faisal.
Los especialistas también aseguraron que los sistemas existentes, que emplean ondas cerebrales para maniobrar las sillas pueden ser muy complicados, además el entrenamiento para poder lograrlo puede tardar meses; en cambio este sistema es mucho más sencillo.
“Los sistemas ya existentes utilizan una pantalla en la que pueden verse los lugares a los que un usuario puede querer desplazarse. El problema es que el sistema es muy simplista y despista a sus usuarios que pueden hacerse daño con algún obstáculo que encuentren en su camino”, afirma Kirubin Pillay, otro participante del proyecto.
En las pruebas se pudo constatar que las personas pueden desplazarse en entornos llenos de forma mucho más rápida y con menos dificultades, que empleando los sistemas existentes.
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