miércoles, 19 de junio de 2013

Tecnología del pasado

Es probablemente uno de los mayores enigmas de la ciencia humana, la que hasta el día de hoy, 112 años después de su hallazgo, no ha logrado precisar de qué se trata exactamente: ¿Qué es? ¿Qué civilización y mediante qué tipo de tecnología pudo haberlo construido? ¿Para qué y cómo lo hizo? Son preguntas que aún buscan respuesta.

La historia de este enigmático objeto comienza con su descubrimiento, cuando en 1901, mientras se sumergía para capturar esponjas marinas, un pescador dio con un barco hundido en aguas del Mar Egeo, en proximidades de la isla griega de Anticitera. Allí, bajos las formaciones calcáreas que cubrían el casco, entre estatuas y jarrones, apareció un ánfora sellada. Tras los primeros análisis científicos, que dataron el hundimiento del navío alrededor del año 90 a. C., los investigadores debieron esperar hasta la tecnología disponible sólo a partir de 1946 para remover completamente el óxido y finalmente sacar a la luz al así denominado Anticitera. 

Lo que entonces pudieron presenciar los dejó absolutamente desconcertados: el aparato consistía en un sofisticado mecanismo, basado en una serie de engranajes diferenciales imposibles de concebir para el hombre de la época a la que perteneció. Mientras que la ciencia había logrado demostrar que el Anticitera se había hundido junto con el barco hacía unos 2 mil años atrás, los primeros elementos con una tecnología similar aparecen en la historia del hombre recién hacia el siglo XVI.


Uno de los primeros trabajos para determinar qué es el Anticitera estuvo a cargo del historiador Derek J. de Solla Price, quien hacia 1950 esbozó la posibilidad de que se tratara de una computadora astronómica para predecir las posiciones del Sol y la Luna en el Círculo Zodiacal. También intentó reconstruirlo, pero la tecnología vigente en su tiempo no se lo permitió. Algunos años más tarde, el ingeniero Michael Wright realizó un escaneo del artefacto con técnicas de tomografía lineal y pudo corroborar que el Anticitera efectivamente reproducía los movimientos del Sol y la Luna con exactitud, pero también el de los planetas.

El principal avance en el estudio del Anticitera se dio a partir de 2006, cuando los científicos apelaron a una reconstrucción en tres dimensiones con tomografías computadas de alta definición. Entonces fue posible saber que se trata de un verdadero planetario portátil, lo que constituye una tecnología imposible de pensar para la época en que fue construido. ¿Cómo puede ser posible? ¿De qué cultura o civilización provino el conocimiento que dio origen al Anticitera?

Fuente: TUHISTORY.COM
Foto: flickr.com

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