Una antigua leyenda china menciona unos pequeños hombres amarillos, diminutos y débiles, con cabezas largas y anchas, que procedían de las nubes; la gente se alejaba de ellos por su apariencia extraña, y fueron perseguidos y cazados por los mongoles.
Según algunos investigadores, la leyenda haría referencia a los Dropa, una raza de extraterrestres que habría llegado a la tierra hace 12 mil años, más precisamente a las altas montañas de Baian Kara Ula, en la frontera con el Tibet. En 1938 un profesor de arqueología de la Universidad de Pekín decidió realizar una expedición para explorar las cuevas en las montañas de Baian Kara Ula.
Allí encontró numerosas tumbas con esqueletos de 1,38 metros de largo, enterrados en ellas. Los esqueletos tenían las mismas características que se atribuían a aquellos seres mitológicos. Junto a las tumbas también se habrían encontrado 716 discos de piedra de 22,7 centímetros de ancho y dos centímetros de grosor, con agujeros de 20 mm de ancho en sus centros. Dos décadas más tarde, en la misma Universidad de Pekin, científicos habrían analizado estos discos, y encontrado pruebas de que fueron expuestos a corrientes eléctricas en un pasado muy remoto; para finalmente descifrar una suerte de escritura en la que se contaba la historia de los Dropa, una población extraterrestre que estuvo escondida en la Tierra.
La certeza de este relato ha sido desmentida, o al menos puesta en duda, numerosas veces, pero hay quienes siguen investigando al respecto.
Fuente: TUHISTORY.COM
Foto: ciudadparanormal1.blogspot.com
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