(ABC.ES) Una dieta saludable, hacer ejercicio, mantener un peso normal y no fumar. Estos cuatros hábitos bastarían para mejorar nuestra salud cardiovascular y reducir el riesgo de muerte. Aunque es de todos sabido, es la primera vez que un macroestudio y realizado en distintas localizaciones encuentra una relación significativa entre el estilo de vida y la salud del corazón.
Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) ha demostrado que la adopción de estos cuatro sencillos hábitos de vida nos protegen frente a la enfermedad coronaria, pero también frente a una acumulación temprana de depósitos de calcio en las arterias del corazón y reduce el riesgo de muerte por todas las causas en un 80% durante. Los resultados se describen publican en American Journal of Epidemiology.
«Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que ha encontrado una asociación protectora entre el estilo de vida saludable y signos tempranos de la enfermedad vascular, enfermedad coronaria y la muerte», asegura Haitham Ahmed. La muestra del trabajo es amplia: más de 6.200 hombres y mujeres de diferentes etnias. «Todos fueron seguidos durante una media de 7,6 años y vimos que los que adoptaban los cuatro hábitos saludables tenían una tasa de mortalidad de un 80% menor durante ese período de tiempo en comparación con los participantes que no seguían ninguna de las conductas saludables».
Tabaco
Los investigadores desarrollaron una escala de estilo de vida para cada uno de los participantes que iba desde 0 (menos saludable) a 4 (sana), en función de su dieta, el índice de masa corporal (IMC), la cantidad de actividad de intensidad moderada física regular y el consumo de tabaco. Sólo el 2% -129 participantes-, completaban los cuatro criterios de estilo de vida saludables.
«De todos los factores, el hecho de no fumar juega el papel más importante en la reducción del riesgo de enfermedad coronaria y la mortalidad», señala Roger Blumenthal, de la Universidad Johns Hopkins School of Medicine. «De hecho, los fumadores que adoptaron dos o más de las conductas saludables aún tenían menores tasas de supervivencia después de 7,6 años que los no fumadores que eran sedentarios y obesos».
Estos resultados refuerzan las recomendaciones internacionales y nacionales sobre la importancia de seguir una dieta rica en verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales y pescado, manteniendo un índice de masa corporal de menos de 25, hacer actividad física y no fumar. Además, los investigadores subrayan el hecho de que su estudio muestra la importancia de los hábitos de estilo de vida saludable, no sólo para reducir el riesgo de enfermedades del corazón, sino también para la prevención de la mortalidad por todas las causas.
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