Arder en llamas eternas al parecer es posible y no se tiene que estar en uno de los infiernos de la Divina Comedia, pues en la Tierra existen lo que se conoce como «llamas eternas» que pueden brillar durante mucho tiempo si apagarse, debido a que se alimenta de hidrocarburos que provienen de las profundidades de nuestro planeta.
Un estudio realizado por el Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Indiana Bloomington, y en colaboración del Departamento de energía de los Estados Unidos, dieron algunas luces de este, hasta hoy, misterio de la naturaleza.
Este grupo de investigadores hallaron en Cook Forest State Park, Pennsylvania, su objeto de estudio. Y afirmaron que este particular fenómeno, no era debido a una filtración natural, y que correspondía, más bien, a una tubería abandonada.
Pero afirmaron que las principales causas para que exista la «llama eterna», radica en las fuentes naturales de metano, y que lamentablemente encontrar alguna es muy raro, claro ejemplo se vició el año pasado cuando indagaron en Kentucky, pero no consiguieron encontrar filtración de gas alguna. Pero sin ningún rasgo de desanimo, se han planteado que durante el verano, buscarán nuevas filtraciones en Virginia y Pennsylvania.
En Nueva York, Giuseppe Etiope, investigador italiano, que viene estudiando las «llamas eternas» en todo el mundo, asegura que las encontradas en esa ciudad exactamente detrás de una cascada situada en el Chestnut Rigde Park, muestra mayores proporciones de etano y propano, y que no se comparar con otras encontradas, afirma que 65 %, de la filtración de gas natural, es metano.
Indagando en este fenómeno se pudo concluir que el gas que alimenta la combustión proviene de una formación rocosa de hace más de 358 millones de años y que se ubica aproximadamente a 400 metros de profundidad.
A pesar de conocerse muchos casos existente, resultan muy difíciles de estudiar, pues son suelen estar accesibles al público y es muy difícil para los científicos llegar a la zona para profundizar investigaciones, a tal punto que aún no se sabe cuál sería, con seguridad, la causa de su origen.
Síguenos:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario