miércoles, 10 de julio de 2013

Un poco de Marte en la Tierra

Rover
El nuevo rover que la NASA tiene previsto enviar a Marte en 2020 utilizará un sistema de recogida de muestras que permitirá traerlas a la Tierra, en una misión posterior, bien conservadas. Además, el vehículo continuará con la búsqueda de signos de vida en el planeta rojo y probará nuevas tecnologías de cara a una futura exploración humana.


El equipo, compuesto por 19 científicos e ingenieros de universidades y centros de investigación, ha propuesto un concepto de investigación que podría convertirse en un paso importante para cumplir el desafío del presidente Barack Obama de enviar seres humanos a Marte en la década de 2030.

"Será un hito crucial en la preparación para la próxima gran misión a Marte", ha explicado el administrador de la NASA John Grunsfeld, quien ha señalado que para este proyecto se va a usar el diseño del rover Curiosity con el fin de minimizar los gastos de la misión y, al mismo tiempo, los riesgos. "Se ofrece un robot que ya se sabe que puede lograr los objetivos de la misión", ha apuntado.

La misión de 2020 propuesta por el equipo de expertos se basa en los logros de Curiosity y otras misiones a Marte (Opportunity y Spirit), junto con la información facilitada por varios orbitadores. Estas investigaciones anteriores confirmaron la presencia histórica de agua en el planeta rojo y que las condiciones ambientales en su pasado podrían haber propiciado la vida de microbios.

Para los científicos, que el nuevo rover busque de signos de vida "es el paso lógico". Para ello, según el informe, se usarán instrumentos de análisis visual, mineralógico y químico a escala microscópica. También identificará firmas biológicas o las características de las rocas y el suelo, que podrían haber sido formadas biológicamente.

Misiones tripuladas

El experto de la NASA Jack Mustard ha señalado que el vehículo portará un nuevo sistema de recogida de muestras con el fin de que de estas puedan ser transportadas hasta la Tierra en una misión posterior. Con Curiosity las muestras recogidas no se conservan, sino que son analizadas en el momento mediante un sistema que porta el propio rover. Así, la nueva misión tiene previsto almacenar un paquete de hasta 31 muestras de núcleos de rocas y tierra.

"Esta misión representa un paso importante hacia la creación de métodos de toma de muestras como parte de una estrategia más amplia para el retorno de estas de las misiones planetarias", ha apuntado el director de la división de Ciencias Planetarias de la NASA, Jim Green.

Además, las muestras recogidas y analizadas ayudarán a documentar las futuras misiones de exploración tripuladas a Marte. El rover podría hacer mediciones y demostraciones de tecnología para ayudar a comprender los riesgos que plantea el polvo marciano de cara a futuras expediciones humanas, y demuestran cómo recoger el dióxido de carbono, lo que podría ser un recurso para la fabricación de combustible de oxígeno y cohetes.

La intención es, también, mejorar de la tecnología de aterrizaje de precisión, que será fundamental para la eventual exploración humana de la superficie.

Artículo: Elmundo.es
Foto: nationalgeographic.com

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