Estar en la nube, pero no saberlo. Cada vez más esa es la apuesta para integrar documentos. Lo sabe Apple, con iCloud, y lo remarcaba Phil Libin, creador de Evernote. Ambos programas usan el almacenamiento virtual y sincronizan el contenido en los diferentes aparatos sin que el usuario lo perciba. Sencillamente, accede a sus archivos sin hacer nada. Todo se sincroniza.
Dropbox, el servicio de almacenamiento online más popular (175 millones de usuarios), quiere dejar de ser “esa carpeta en la que subo las fotos de las vacaciones para que las vean los amigos” para convertirse en el disco duro. La idea es que no se distinga entre uno y otro, pero que se tengan los documentos siempre a mano.
Drew Houston, consejero delegado de la empresa, ha presentado un plan mucho más ambicioso. Durante el encuentro de desarrolladores DBX ha expuesto su meta: "Reemplazar el disco duro como lo conocemos". Fue un paso más allá en su propuesta: “Guardar es el pasado, sincronizar es el presente y el futuro”. La idea es, al igual que hizo Facebook, Twitter o Google, abrirse a terceros, proporcionar a los desarrolladores las herramientas (la API, interfaz de programación de aplicaciones) para que puedan hacer aplicaciones que funcionen con su servicio y se sincronicen entre varios aparatos.
La novedad estriba en que no es necesario que se almacenen documentos terminados, sino que pueden estar en proceso. Algo que ya hacen Google Docs y Office 365, solo que de manera transversal. La ambición de Dropbox es que funcione con el mayor número posible de programas.
Un ejemplo podría ser la edición de vídeo. Un editor remezcla y otro podría, desde otra máquina, entrar y añadir efectos de postproducción. También podría servir para llevar el registro de logros en un videojuego o el visionado de una película a la vez entre varios. A modo de ejemplo, el directivo trazó un garabato e invitó a los programadores asistentes a editarlo al mismo tiempo.
Una de las claves de éxito de Dropbox, además de su facilidad de uso y estar tanto en tabletas como en ordenadores y móviles iOS y Android, es la gestión de las redes sociales. Supieron darse a conocer por este medio y dieron una vuelta de tuerca al modelo freemium (gratis de entrada, y pagos por ampliar servicios). Se paga por Dropbox, pero se pueden tener hasta 18 gigas de almacenamiento extra gratuito al conseguir que otros contactos se den de alta con nuestra recomendación. Para conseguir 100 gigas es necesario pagar 7,8 euros mensuales. En sus seis primeros años de vida ha conseguido 175 millones de usuarios (75 millones en los últimos ocho meses) registrados que suben más de mil millones de archivos a diario.
Con este iniciativa se distancia de sus competidores clásicos: Amazon Cloud, Google Drive, Sky Drive de Microsoft y, sobre todo, de Mega, el sucesor del clausurado MegaUpload, mucho más rudimentario, pero con 50 gigas gratis con solo darse de alta. Dropbox deja de ser un simple contendor de fotos y aspira a la interactivdad de archivos en tiempo real.
Artículo: Elpais.com
Foto: ateleus.com
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