Este viernes desde San Francisco (Estados Unidos), seremos testigos de un evento que sin lugar a dudas tendrá repercusiones en el futuro, pues se probará el primer avión solar, el Solar Impulse, capaz de volar de día y de noche, pues almacena la energía obtenía durante el día.
Este ambicioso proyecto, en el cual participaron ingenieros suizos, vio la luz en 2003 y obtuvo un presupuesto de 112 millones de dólares durante 10 años. Han contado, además, con el apoyo, en investigación, del grupo Solvay de Bélgica.
Se espera que con el éxito del proyecto se pueda impulsar el uso de tecnologías de energía limpia a nivel mundial. Las baterías del avión tienen una capacidad similar a las de un carro eléctrico y le permite almacenar energía lo que hace posible su funcionamiento en la noche.
Diseñado con fibra de carbono, el avión puede volar 24 continuas, elevarse a 28 mil pies y alcanzar una velocidad promedio de 69 kilómetros por hora, pero su ligereza también lo hace propenso a una posible volcadura, por lo que no se le permite colar con viento fuerte, lluvia, niebla o nubes.
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