viernes, 5 de julio de 2013

Explosiones espaciales

Cuatro misteriosas y titánicas explosiones captadas en lo más profundo del Universo, a miles de millones de años luz, son el objeto de un artículo en la revista “Science” de esta semana. En él, los científicos intentan determinar el origen de estos fenómenos extremadamente violentos. Los investigadores señalan que, según su brillo y distancia, las explosiones provienen de cuando el Universo tenía la mitad de la edad actual, es decir, hace unos 7.000 millones de años, y que pueden estar causadas por estrellas de neutrones o agujeros negros.


Dan Thornton, de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y perteneciente a la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth en Australia (CSIRO), explica que los hallazgos señalan acontecimientos de una gran magnitud y que implican la liberación de ingentes cantidades de masa y energía.



“Una única ráfaga de emisión de radio de origen desconocido fue detectada fuera de nuestra galaxia hace unos seis años, pero nadie estaba seguro de lo que era o de si era real, por lo que hemos pasado los últimos cuatro años en busca de más ráfagas explosivas de corta duración. Este documento describe cuatro explosiones más, lo que elimina toda duda sobre su realidad. Las ráfagas de radio duran sólo unos pocos milisegundos y el que detectamos más lejos se encontraba a 11.000 millones de años luz”.

Los resultados sugieren que esas señales pueden ser muy numerosas. Otra cosa muy diferente, sin embargo, es ser capaces de detectarlas. Michael Kramer, director del Instituto Max-Planck de Bonn (Alemania) y profesor universitario en Manchester, aclara que “los estallidos duran sólo una décima parte de un abrir y cerrar de ojos. Con los telescopios actuales necesitamos suerte para ver el lugar correcto en el momento adecuado. Con una tecnología que captara visualmente las ondas de radio podríamos distinguir esos flashes sobre el cielo todos los días”.

Magnetares

El equipo, que incluyó a investigadores del Reino Unido, Alemania, Italia, Australia y Estados Unidos, utilizó el radiotelescopio CSIRO de 64 metros, localizado en Parkes (Australia). Otro de los participantes en el proyecto, Matthew Bailes, de la Universidad Swinburne de Tecnología en Melbourne, cree que el origen de estos estallidos explosivos puede estar en las estrellas de neutrones alimentadas por campos magnéticos muy fuertes, conocidas como magnetares: “Los magnetares pueden emitir más energía en una milésima de segundo que nuestro Sol en 300.000 años y son el principal candidato para la explosión”.

Los investigadores afirman que sus resultados proporcionan una manera de descubrir las propiedades del espacio entre la Tierra y el lugar donde se produjeron las explosiones. Ben Stappers, de la Escuela de Física y Astronomía de Manchester, señala que “aún no estamos seguros de lo que constituye el espacio entre las galaxias, por lo que habrá que utilizar estas explosiones de radio para comprender más acerca de la materia perdida del universo. Ahora estamos empezando a usar el de Parkes y otros telescopios como el Lovell de la Universidad de Manchester, en busca de estas explosiones en tiempo real”.

Artículo: ABC.ES
Foto: cienciakanija.com

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